Esta colección de doce miniaturas es la primera serie de grabados que realizo; el formato elegido expresa mi admiración por las miniaturas clásicas persas. Los dibujos son abstractos y simbólicos, fruto de un uso heterodoxo de las técnicas, la improvisación y la emoción. Algunas de las planchas son irregulares para acentuar el contenido de los símbolos.
Estas obras se crearon en el taller de grabado del Cabildo de Gran Canaria. Por aquel entonces, 1979, este espacio no estaba abierto a los artistas, pero gracias a la intervención de Hilda Mauricio pude acceder y expresarme en mi trabajo con libertad, sin ajustarme a convenciones.
No se hizo el mismo número de copias para cada una de las planchas; sin embargo, la tirada fue corta: no más de 10 o 15 copias de cada una de las planchas.
No se exponen las doce miniaturas porque no todas las imágenes de los archivos tienen una calidad aceptable.